martes, 15 de mayo de 2007

"Antes de rendirnos.... fuimos eternos"

Haaaaaaaaaaaaaaa.... el amor.... tanto placer y tanto sufrimeinto en una misma botella... Y es que permanecer en una relación, digamos estable y convencidamente, puede resultar tan difícil e incluso tortuoso como, yo qué sé, mantener una planta viva y feliz encerrada en un invernadero? De alguna manera esto tiene sentido, si consideramos por ejemplo que al igual que uan planta el amor, el romance, la relación, exigen alimentación y ser nutridos, por la luz, por la alegría, por el cariño, etc... no? Una relación que se deja estar, que no nutrimos y cuidamos permanentemente está condenada a morir. A la vez, esto implica mucho esfuerzo por las partes, lo que conduce tambien al cansancio y aveces al aburrimiento... En conclusión, se necesita mucha fuerza de voluntad y paciencia si deseamos que una relación perdure en el tiempo, "para siempre" dirá algun osado.
Y claro, se necesita mucho más que eso también.
Será necesario superar muchos baches antes de decidir permanecer o no en la "red"... discusiones, mentiras, desilusiones, dudas, abandonos, engaños, son solo algunos de una montonera de sufrimientos que nos hacen dudar e incluso desistir y abandonar la batalla, con la consecuente muerte irresusitable del amor. Sin embargo, aquellos que se mantengan firmes y en pie, que continuen la lucha por conseguir a la persona aman, verán seguramente satisfechas (aveces con creces) sus necesidades y sus mas profundos sentimientos e ilusiones... Ismael Serrano escribe en una preciosa canción una frase que sin duda resulta muy inspiradora: "antes de rendirnos.... fuimos eternos!".... porque claro, un amor verdadero, intenso y profundo, si es compartido y correspondido, esta destinado a "ser eterno" y feliz, siempre y cuando las partes no se rindan nunca, no dejen de luchar por él y jamás jamás olviden alimentar y nutrir ese sentimiento... Si estas ondiciones se dan y se logran mantener, el amor y todo lo que conlleva: la pasión, la armonía, el apoyo mutuo, la comprensión, etc.. no se deteriora ni muere... La clave pienso yo, está en mantenerse firme, seguir lo que nos dicta el corazón y no abandonar la lucha...
Por cierto, que la idea, asi como la frase de Ismael Serrano citada, resultan válidas no sólo para el amor y otras emociones, si no para cualquier empresa que emprendamos en la vida. Nada se logra ni termina felizmente si por ello no luchamos como fieras, incansablemente... Además, "el que la sigue la consigue" dicen por ahi también, y aquél que no lo hace, pues simplemente no estará tan motivado en lograr eso que dice querer. Entusiasmo, fuerza de voluntad y persistencia son imprecindibles para alcanzar los objetivos que uno se propone con seriedad.
En mi opinión aquél que se dice "destinado a fracasar", que desde el principio de todo piensa que todo está perdido, es simplemente un perdedor que nada conseguirá en la vida porque nació para lamentarse y no merece ver satisfechos sus sueños; en el fondo, como parte de la base de que todo va a salir mal, lo que se propone nunca lo ha deseado realmente, se lo propone como pruebas a su orgullo y su mala voluntad, y claro, con esos antecedentes, esta destinado al fracaso.

lunes, 14 de mayo de 2007

el mundo en que vivimos...


Parece una forma un poco apocaliptica de empezar, pero es lo único en lo que me detengo ultimamente... mentira, me detengo en muchas cosas, pero no todas se pueden hacer publicas...
Es que de verdad, no hace falta mas que ver la tele un par de minutos y lo unico que te encuentras es la cantidad de muertos del dia en Irak, la ultima estupidez de la Beckam, el ultimo desastre de Bush, la violencia intermatrimonial del dia o la ultima idea genial de la telefonia movil.... de verdad, eh! Qué pensará un niño como este de todo aquello? Le importará algo de eso realmente?
Y es que, yo pienso que si se intentara una vez al menos dar solo noticias bonitas, cosas alegres y positivas, seguro que al dia siguiente la gente produce mas y mejor, surjen ideas creativas y sanas, o incluso quizás que nadie se tiene que morir...
Ahora, tambien es cierto que jo, somos tantos sobre la faz de la tierra que cosas como estas tienen que pasar, para que los que queden puean seguir con sus "vidas"... o sea, ya sea por la guerra, el sida, el hambre o cualquier otro, de alguna manera hay que mantener el numero de gente un poco constante, no? Es que somos demasiados!! Dentro de poco, como sigamos asi, ya no habrá lugar ni suministros para todos... Sé que suena catastrófico, pero alguien lo tiene que decir....
He tenido ideas muy desquiciadas respecto a cómo hacer una diferencia: dejarlo todo y desaparecer en Etiopía es una opción; olvidar que una vez tuviste casa, coche, internet, micro-ondas, nevera y lavadora, e irte a montar una casuchita de barro y paja, desde donde sin molestar a nadie, movilizarse para ayudar a aquelos que ni siquiera pueden pensar cómo... Otra opción podría ser por ejemplo, hacerse el valiente y enfrentarse, donde sea (lugar no faltará) a cuanto desalmado hay por ahi que se empeñan en que la piel y la carne de algun animal les dará un futuro tranquilo.. si hay cada imbécil!!
Bueno, son ideas... claro que es posible, pero cuántos habrá dispuestos a hacer un cambio asi? Dejar todo por nada solo por el bien de otros.... mmm... lo veo muy lejano.
Y sin embargo, habrá quien lo haga seguramente, aquel que ya no ve otra salida para nosotros, como no sea el verdadero cambio radical... que obviamente no tiene que ver con nuestro físico ni con ser guapos (pff).
Habrá otros (la mayoría) que simplemente serán mas pacientes y esperarán a que por fin haya un lugar donde poder huir, pero tendrán que esperar a q la Luna, Marte o el C-581, estén al alcance de las naves espaciales y de los bolsillos.... y para eso falta muuuuucho tiempo.... yo voto por el CAMBIO RADICAL, aunque solo sea pequeñito: un voluntariado cerca de tu casa, recoger el cachorrito que ves todas las mañanas temblando de frio a la vuelta de la esquina, cosas asi... si cada uno de los 6 mil millones hicieramos una sola cosas de este tipo, quizás revitalizaríamos la poca esperanza que nos queda, digo yo...